Después de un par de salidas por Collserola y de un entreno con Joan algo más exigente haciendo la Burriac Xtrem, el pasado fin de semana tocaba la gran prueba de fuego, la vuelta a la competición en pruebas de montaña con La Cursa de La Vall del Congost.
Así que el domingo por la mañana me planto en el Masnou a las 5h30 para recoger al compañero de fatigas y dirección a Aiguafreda. Recogemos los dorsales, tomamos un café y a la salida, a la que llegamos corriendo y en el momento justo en que se da el pistoletazo de salida. Para no perder las buenas costumbres salimos de los últimos. Los primeros metros son por el pueblo y el ritmo es lento pero bueno para ir calentando. En cuanto dejamos el asfalto y nos metemos por un sendero el efecto embudo provoca que nos tengamos que parar y vayamos todos uno detrás de otro.
Al poco y después de una fuerte pendiente que bajo como puedo nos toca cruzar el primer rió.
Y así sin casi darnos cuenta nos plantamos en 3h15 en el km 19, 30min de margen sobre el corte de paso. Aquí tenía la opción de, si no me veía bien, cortar e ir directamente hacia Aiguafreda y solo hacer el ½ maratón. Pero como en este punto, a pesar de unos calambres en el gemelo, me siento bien y animado solo hay un camino “pa lante” y a subir la “pujada del purgatori” y los 7km de subida casi constante hasta el siguiente control.
La subida la hacemos caminando y a buen ritmo. Pero al final y a unos 600-700m del avituallamiento alcanzamos un grupo y Joan se pone a correr para adelantarlos, yo a mi ritmo también lo consigo… Pero el tiempo que me saca Joan es el suficiente para que cuando yo llego el ya se quiera ir. Y aquí llega el divorcio…. Yo me quiero parar un rato, beber, comer, estirar, descansar, etc y el “ca…on" metiéndome prisa para salir delante de los que acababan de llegar justo detrás de mi.
Así que sin tiempo de estirar sigo el camino, eso si bastante mosqueado.
Y en la primera subida llegan los calambres en los abductores. Bien ya solo quedan 16km. Seguimos por caminos, senderos, bajadas con piedras, fuertes subidas, cruces de ríos, un poco de todo vaya...
y Joan tal mosca cojonera tocando lo que no suena. Intento desesperadamente que se vaya y que me deje en paz pero no hay manera…. Solo la llamada de la cerveza hace que se adelante cuando los avituallamientos están cerca para poder beberse una tranquilamente mientras yo llego, doy un sorbo y nos volvemos a ir.
A unos 3 km de la meta, la ultima bajada, con muchas piedras y técnica, como ya voy hecho polvo me la tomo con mucha prudencia y la hago caminando, más vale no arriesgar. Aquí Joan baja a su ritmo, por fin tranquilidad…. Cuando ya estoy llegando a Aiguafreda me pongo a correr los últimos 500m para al fin cruzar la línea de meta en casi 8h 8min (42,95km y 3.623m D+).
Bueno ha sido una buena prueba teniendo en cuenta que esta carrera esta considerada como una de las más dura, y joder si que lo ha sido. El tobillo ha respondido bien, alguna molestia en bajadas con mucha pendiente, más que nada he sentido el puñetero clavo. Pero lo que si que voy a tener que superar si quiero seguir haciendo este tipo de salidas es el bloqueo mental que me provoca ver en las bajadas un montón de piedras, sobretodo si están sueltas. En fin ahora a entrenar un poco más que la siguiente de este tipo es el ultra trail de Barcelona y sus más de 100km.
Me hubieras dado las llaves del coche cuando te las pedí no te habria hecho de mouche collonaire.
ResponderEliminarEl problema es que no me fiaba.... A ver si luego no te iba a encontrar... Que ibas a hacer tu con el coche.... Me ibas a dejar tirado en Aiguafreda....
ResponderEliminar